Zapatillas de trekking, botas de montaña, sandalias de senderismo… Entre tantas opciones disponibles, en ocasiones resulta complicado saber qué calzado de montaña para el verano elegir.
El montañismo, el trekking y el senderismo son actividades tan divertidas y emocionantes como saludables pero, para poder practicarlas con seguridad en cualquier momento del año, necesitamos contar con el calzado adecuado al tipo de terreno y clima al que nos vayamos a enfrentar.
Sabemos que la llegada del buen tiempo y el verano invita a salir a la montaña para descubrir nuevas rutas y parajes, por ello hoy te vamos a explicar cómo acertar en la elección de tu calzado de montaña de verano. ¡Nos ponemos en marcha!
Contenidos
La importancia de saber elegir el calzado de montaña
Elegir un calzado que se adapte a nuestras necesidades es una decisión que afectará tanto a nuestra salud y seguridad como a nuestro rendimiento.
Por ello, resulta tan importante conocer qué tipo de calzado se necesita según la actividad que queramos realizar y las condiciones climatológicas, así como conocer el uso y las limitaciones de cada uno de ellos.
Tipos de calzado de montaña
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de zapatos adecuados para la práctica del montañismo, senderismo o trekking, capaces de adaptarse a una gran variedad de terrenos y circunstancias.
Si estás pensando en disfrutar de estas actividades puedes elegir entre:
Para elegir entre uno u otro tendrás que tener en cuenta el lugar, orografía y el tipo de terreno dónde vas a realizar la actividad y la meteorología que te vas a encontrar, así como tu forma física y experiencia.
9 consejos para elegir el calzado de montaña perfecto para el verano
Si quieres saber cómo elegir el calzado de montaña para verano perfecto, ten en cuenta estas recomendaciones.
1. La actividad que vas a realizar
Elegir un calzado inadecuado y atravesar terrenos irregulares puede resultar una combinación peligrosa. Por tanto, antes de elegir un modelo piensa en qué tipo de actividad vas a realizar con mayor frecuencia.
No requiere la misma exigencia ni el mismo calzado realizar una ruta de senderismo sencilla a un ritmo tranquilo que realizar un trekking de altura sobre terrenos más exigentes.
Si vas a invertir solo en un par, lo más recomendable y seguro es que esté preparado y sea apto para la actividad más compleja o dura que vayas a realizar. En materia de seguridad y salud nunca conviene quedarnos cortos.
2. La talla
Para garantizar la comodidad y evitar problemas es importante elegir una talla adecuada en nuestro calzado para la montaña. También debes tener en cuenta que durante el verano es habitual que los pies se hinchen por el calor, así que no está de más contar con un margen extra para librarte de molestias e incomodidades.
3. La horma
La horma, junto a la talla, es una de las partes más importantes de un calzado. Un calzado de montaña perfecto debe envolver bien tu pie, sin apretar demasiado.
Un calzado que no se ajuste bien desde el primer momento, además de poder provocar ampollas y rozaduras, te obligará a pisar de forma insegura, aumentando las posibilidades de sufrir una caída o accidente.
4. La robustez
Es importante que el calzado de trekking o montañismo cuente con refuerzos en la puntera y talones y protecciones laterales y en el empeine.
En verano debes tener en cuenta también que una zona superior ligera, aunque resulte más fresca y transpirable, aguantará menos el desgaste en zonas rocosas y terrenos más técnicos.
5. La suela
Las zapatillas de montaña deben tener una suela con huecos que faciliten el agarre a todo tipo de terrenos.
Una suela dura será más resistente, pero tendrá un peor agarre sobre terrenos rocosos y mojados. Sopesa y elige en consecuencia, aunque puedes encontrar modelos que combinan materiales en su suela capaces de cubrir ambos aspectos.
6. Transpirabilidad e impermeabilidad
Durante el verano son menos frecuentes las lluvias, pero aún así en nuestras rutas podemos encontrarnos con ríos, lagos, superficies embarradas o mojados o con una inoportuna tormenta estival.
Los calzados de montaña con membranas impermeables o Gore-Tex resultan muy prácticos para mantener nuestros pies a salvo de la humedad.
Para evitar que el pie sude y se recaliente, siempre que sea posible, opta por materiales transpirables. Y si tu ruta es sencilla, ¿por qué no optar por la comodidad y la ligereza de unas sandalias de trekking?
7. La caña
Si te gusta hacer rutas largas, tienes los tobillos algo débiles o tienes preferencia por los terrenos técnicos, elige calzado de caña media o alta que cuide de tus tobillos y te ayude a evitar torceduras y esguinces.
8. El peso
Las zapatillas de trekking ideales para el verano deben ser ligeras, con un peso entre 300 y 400 gramos, porque el calzado más pesado hará que tu pie sude más y te canses más rápido.
9. Los calcetines
Recuerda también que un buen calzado sin unos buenos calcetines no sirve para nada. Afortunadamente, en el mercado también es fácil encontrar calcetines impermeables e incluso calcetines antiampollas que harán que ninguna ruta de montaña y senderismo se te resista durante estos meses estivales.
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